Una parada en Hiendelaencina es un lujo, es un pueblo moderno en su estructura, de finales del siglo XIX, y un poblado antiguo típico de la Arquitectura Negra presente en todas las estribaciones de la Sierra de Pela. Sus paisajes son únicos:
Río Bornova testigo mudo de tantos sueños, de unos 4 kilómetros de recorrido para descubrir las antiguas construcciones de aprovechamiento de su caudal que suministraban energía eléctrica a las minas.
Y el paisaje minero, único testigo de un pasado glorioso donde se puede admirar el esplendor y la decadencia de un pueblo. Un recorrido por las minas y su museo minero nos hace vivir como era la vida en un poblado minero.